dimarts, d’abril 11, 2006
Ja n'hi ha prou de tirar merda al mar.
Un vertido de aguas fecales obliga a vacunar a trabajadores del encauzamiento del Riu Sec
Las «aguas negras» pueden proceder de la zona residencial de Castalia y llegan hasta el mar
Un vertido de aguas fecales ha motivado la preocupación de los trabajadores que prestan sus servicios en las obras de encauzamiento del Riu Sec. Las aguas negras, que podrían haber comenzado a detectarse hace ya varias semanas, alertaron a los empleados de la empresa adjudicataria de las obras ante el fuerte hedor que desprendían y la cantidad de agua que se embalsaba en el cauce y continuaba su camino hacia la desembocadura del mar.
Las protestas llevaron a poner medios sanitarios a los trabajadores, algunos de los cuales fueron vacunados en prevención de posibles infecciones, según ha podido conocer este diario.
Al margen de la insalubridad que puede causar el vertido en los trabajadores, por simple proximidad, los daños ambientales pueden ser mayores. Las aguas no han recibido ningún tipo de tratamiento sanitario, con lo que pueden convertirse en un potencial foco de riesgos a la población. Un centro escolar está ubicado a poco más de un centenar de metros, según han expuesto vecinos de la zona, quienes apuntan,a demás, que los vertidos empezaron a detectarse hace unas semanas, sin que parezca que se haya establecido ningún dispositivo de control por parte del ayuntamiento. El olor que desprenden las aguas llega a hacer insoportable el tránsito por la zona.
Según se puede comprobar en una inspección ocular sobre el terreno, las aguas fecales han sido reconducidas hacia el cauce artificial mediante la instalación de una especie de pequeño colector de nueva fabricación que puede alcanzar hasta los 1.000 metros de longitud. Durante el día de ayer el flujo del vertido era continuo.
Levante
[País Valencià]
