divendres, de març 17, 2006

El jutge inspecciona la planta de pretractament de la Plantona. Gijón.I Els Amics de la Terra d'Eivissa també diuen NO TAN A PROP a la depuradora.

Rubiera revisó el interior y el exterior del edificio para comprobar si las quejas de los vecinos del entorno -y muy especialmente de la colonia de chalés El Pisón (Somió)- se ajustan a la realidad. El magistrado incluso subió a lo alto de La Plantona para echar un vistazo a las chimeneas de evacuación. Fue en ese punto donde el titular del Juzgado gijonés de lo contencioso detectó lo que figura como «olores inespecíficos» en su acta.
También hizo constar que en el interior de la planta de pretratamiento «hay un fuerte ruido que obliga a elevar la voz», así como el hecho de que la instalación apenas dista cincuenta metros del chalé más próximo o que el contenedor de los sólidos estuviera abierto. Los tribunales anularon la primera licencia de apertura de La Plantona al entender que ni su emplazamiento ni sus molestias estaban convenientemente baremadas. La segunda autorización, concedida hace un año, está hora bajo impugnación vecinal.
La inspección que Rubiera realizó ayer a La Plantona responde a ese nuevo contencioso. Su visita se prolongó durante casi dos horas, y tuvo como testigos directos al máximo responsable del complejo, Luis Alemany, y a los representantes legales de las partes implicadas en este pleito: el abogado del Ayuntamiento de Gijón, Raúl Bocanegra; el de la comunidad de propietarios de la urbanización El Pisón, Marcelino Abraira; y el letrado de la plataforma de afectados, Roberto Roces.
«Hay que tener en cuenta que ésta no es una visita imprevista, sino que lleva programada desde hace dos meses. Tuvieron tiempo, por tanto, de preparar La Plantona para que todo estuviese correcto», hizo hincapié Abraira, que aparte del reconocimiento de ayer solicitó dos periciales de la estación que trata las aguas residuales de la zona Este. «Incluso el perito judicial habla de aberración», apuntó.
Roberto Roces, por su parte, insistió en «los olores nauseabundos y el fuerte ruido que desprende La Plantona», y que, concretamente ayer, no se apreciaban desde el exterior. «Las molestias se proyectan fuera cuando se abren las puertas para que salgan los camiones con los residuos o cuando los trabajadores salen a respirar aire puro», puntualizó el abogado de la plataforma, en la que están integrados un pequeño grupo de vecinos de El Pisón y los propietarios de varios chalés del entorno. «La Plantona no tiene futuro aquí», sentenció.
El letrado que representa al Ayuntamiento de Gijón eludió hacer manifestaciones públicas, aunque su línea de defensa es ya de sobra conocida. Por un lado, sostiene que el funcionamiento de La Plantona es correcto. Por otro, que no hay un lugar en toda Asturias donde se pueda instalar una estación de este tipo a 2.000 metros de un núcleo de población. Ésta es la distancia requerida por el reglamento de actividades molestas y nocivas, al que se agarran los vecinos para pleitear contra el Ayuntamiento. El Principado tiene en proyecto actualizar esta ley, y dice mirarse en ciudades como Madrid -con una depuradora junto al Club de Campo- o Barcelona -que la tiene en el Fórum-. Los vecinos hablan de «trampa». DE LA NUEVA ESPAÑA
Els amics de la Terra d'Eivissa diuen NO TAN A PROP a la depuradora d'Eivissa, recorden que ha d'estar a més de 2000 metres de vivendes.

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