dimecres, de gener 18, 2006
Los pescadores de Vinaròs rechazan la piscifactoría por su «efecto contaminante»
Los pescadores de Vinaròs rechazan la piscifactoría por 
        su «efecto contaminante» 
        La cofradía San Pedro advierte que la puesta en marcha del proyecto 
        conllevaría unos vertidos de piensos y medicinas que perjudicarían 
        al resto de la fauna marina.
        
        Los pescadores de Vinaròs también han mostrado su oposición 
        al proyecto de instalación de una piscifactoría a cinco 
        millas de la costa vinarocense. El patrón mayor de la cofradía 
        de pescadores San Pedro, Jaime Federico, así lo decía ayer 
        y se suman a la oposición ya mostrada por parte del ayuntamiento 
        y la asociación vecinal Migjorn.
        Federico explicaba que antes de entrar él a ocupar el cargo de 
        patrón mayor de la cofradía, ésta había entrado 
        a formar parte de una sociedad para optar a gestionar una granja marina 
        frente las costas de Vinaròs pero finalmente se decidió 
        deshacerla por los efectos negativos que generarían las instalaciones 
        de la piscifactoría. 
        En aquel momento «pensamos que no era conveniente por los efectos 
        negativos y ahora quieren poner una, por eso nos oponemos y encima más 
        grande de la que se quería poner en su día», decía 
        Federico. 
        Esta piscifactoría, que se encontraría a unas cinco millas 
        al este del puerto de Vinaròs, ocupará una extensión 
        de cincuenta hectáreas, cuando en principio estaba prevista de 
        16, según informó el alcalde de la ciudad, Javier Balada, 
        durante el pleno del pasado martes y donde mostró el rechazo del 
        equipo de gobierno al proyecto. 
        Para Federico uno de los puntos preocupantes es la gran cantidad de pienso 
        que se ha de tirar diariamente mezclado con medicinas, «del que 
        se pierde mucho, además de la barbaridad de excrementos que por 
        las corrientes serán 
arrastrados 
        hasta las playas». 
        También explicaba que «las personas que manipulan el médicamente 
        que se tira en las piscifactorías van como si fueran a la luna, 
        muy protegidos», temiendo por su posible toxicidad y el efecto que 
        podría causar sobre el resto de fauna marina. 
        Además, Federico lamentaba que no se haya solicitado información 
        a la cofradía a la hora de elaborar el informe de impacto ambiental 
        ya que es un colectivo afectado. 
        Federico apuntó que la plataforma cívica Salvem el nostre 
        litoral, que se creó para luchar contra el parque eólico 
        marino que se quería instalar frente las costas de Vinaròs 
        y de la cual el propio Federico es el presidente, iniciará una 
        campaña contra esta piscifactoría.























