diumenge, de novembre 20, 2005
L'associació Cami Vell diu que el PGOU és un tratje a mida dels urbanitzadors.
La
Plataforma NO TAN PROP felicita l'arribada al món del nou peniscolà
Guillem.
Los integrantes de la asociación de vecinos Camí
Vell entregaba al registro del ayuntamiento de Peñíscola
un total de 40 cajas, con las 35.000 alegaciones originales y sus respectivas
copias a la propuesta del Plan General de Ordenación Urbana que
se encontrará en exposición pública hasta el próximo
día 3 de diciembre. El equipo de gobierno de la ciudad ya ha manifestado
que el plan no se aprobará si cuenta con el rechazo de la ciudadanía.
Las alegaciones reflejan las inquietudes que tienen los vecinos que exigen
la reducción de las parcelas mínimas, una mayor dispersión
de las zonas verdes y denuncian que “las casas que en su día
fueron construidas de forma legal se ven ahora fuera de ordenación”,
explicaba la presidenta de la plataforma vecinal, Juana Rovira. Por otro
lado, reclaman no sólo información sino también participación
a la vez que exigen que se tenga en cuenta el estudio de inundabilidad
del PATRICOVA “porque no sabemos por donde van los barrancos y si
llueve fuerte nos inundaremos todos”. La programación planteada
perjudica a un 95% de los peñiscolanos, que “se quedaran sin
suelo con estas parcelas mínimas tan grandes. Queremos que el aprovechamiento
urbanístico al que tenemos derecho se pueda materializar en suelo,
porque sino tenemos suelo no lo podremos materializar” explicaba
Rovira. Los vecinos aseguran que las reuniones celebradas la semana pasada
con el equipo redactor de Territorio y ciudad no solucionaron ninguna
de las dudas que albergaban, sino más bien les dejaron claros los
intereses que esconde el documento. “El redactor del plan explicó
que el documento de criterios era un encargo que le habían hecho.
Lo comparó a un sastre al que le habían encargado un traje,
pero no sabemos a medida de quien porque a nosotros no nos han tomado
la medida, pensamos que se la han tomado a los urbanizadores que van a
ser realmente los beneficiados del PGOU, explicaba uno de los portavoces,
Ramón de la Iglesia, quien señalaba que con la propuesta
actual “nos vemos desubicados de nuestros terrenos y ninguno de los
propietarios va a poder mantener sus propiedades por los sectores tan
grandes de parcelas que establece. Realmente no es un traje a medida de
los peñiscolanos sino de los urbanizadores”. Además,
consideran que el modelo que se quiere establecer para la Peñíscola
del futuro no es el punto turístico de calidad. En este punto recordaban
los comentarios del redactor quien señaló que “nos
teníamos que olvidar de la actual situación turística
de Peñíscola. Peñíscola debía hacer
fábricas de turistas. Incluso llegó a decir que lo ideal
sería un 51% de la superficie hotelera” lamentaba De la Iglesia.
Los vecinos no entienden porque mientras en algunos puntos suelos urbanos
pasan ahora a urbanizables y suelos que con el anterior plan eran urbanizables
ahora dejan de serlo dejando viviendas, construidas en su día de
forma legal, fuera de ordenación. “Nos explican que un suelo
que en su día era urbano y ahora urbanizable es porque faltaba
dotarlos de servicios de agua y luz y desagüe. Pero ese criterio
debe servir para todo el suelo, no pedir que la cima de las Atalayas sea
suelo urbano porque tenían ese derecho en el plan antiguo y que
los otros propietarios que tenían suelo urbano ahora les pasen
a suelo no urbanizable”. Por otro lado, denunciaban que se hayan
localizado zonas verdes con pendientes del 30% “donde no irán
ni las cabras, ya que las zonas verdes deben ser para poderse pisar y
que pueda ir todo el mundo” reclamaba Juana Rovira. EQUIPO DE GOBIERNO
La plataforma reconocía un cambio de actitud por parte del equipo
de gobierno y aseguraban que “se les han abierto los ojos, se han
dado cuenta de que el pueblo es el propietario real de los terrenos y
no el iluminado del redactor” Según De la Iglesia “es
el pueblo el que debe decidir el futuro de Peñíscola y solicita
poder desarrollar ese futuro”. En este sentido, los vecinos se muestran
esperanzados en que finalmente salga adelante un PGOU “donde no haya
abusos urbanísticos” y que sea el equipo de gobierno el que
valore si hay que retirar el documento propuesto o se pueden aplicar en
él todas las modificaciones reclamadas.
Escoltar a l'Associació Camí Vell
