dijous, de setembre 22, 2005
Eliminar el olor de la depuradora en su totalidad será imposible

Los técnicos municipales detectan hedor en el entorno de la planta de Barcelona
Las instalaciones del Lagares no se ajustan al proyecto inicial.
Eliminar el olor de la depuradora del Lagares será prácticamente imposible, según admitió ayer el concejal de Medio Ambiente, José Manuel Figueroa. La observación no es gratuita y tiene su origen en la visita que los técnicos municipales efectuaron días atrás a una planta de Barcelona, en cuyo entorno también se detectaron olores.
A falta de emitir un informe oficial, de entrada, la diferencia es que, al contrario que en Vigo, en la ciudad condal no existen viviendas en las inmediaciones de la estación depuradora.
Tales apreciaciones confirman las sospechas del Concello de que la solución más segura para los ciudadanos sería el cambio de domicilio. Con este objetivo, en la actualidad el gobierno municipal negocia con trece, de los cuarenta propietarios, el realojo definitivo. Para ello sería necesario incluir el entorno de la depuradora en el Plan General, de forma que no contemple la habitabilidad en esa zona.
Otros vecinos, por el contrario, se niegan a abandonar sus viviendas y apuestan por una solución para la planta del Lagares, que acabe con los olores y con el resto de las deficiencias.
Entre tanto, el Concello tiene intención de reservar de forma permanente en un hotel entre diez y quince habitaciones para los afectados. La idea es poder disponer de ellas esta misma semana. También les ha ofrecido viviendas en alquiler, una solución que, de momento, no ha sido aceptada por los vecinos.
No sorprende
El hecho de que el gobierno municipal reconozca la dificultad para eliminar los olores de la estación del Lagares no sorprende a los afectados. Es más, una auditoria anterior encargada por el propio Concello ya advertía sobre este mismo detalle.
La portavoz de la plataforma, Rita Campos, sospecha que todos los males, incluidos los olores, tienen su origen en la deficiente construcción y el mantenimiento. En su opinión, lo primero que hay que hacer es un estudio somero de la planta para averiguar si presenta fisuras. Aunque, el hedor que desprende es el problema más evidente, cree que pueden existir otros más alarmantes. El problema de fondo es, a su juicio, la inexistencia de separación de aguas pluviales, industriales y fecales, un defecto que tiene su origen en la construcción y que nunca se ha llegado a zanjar.
Los vecinos esperan ahora el informe de los técnicos catalanes, que recientemente visitaron la depuradora del Lagares, para extraer conclusiones.























