dijous, de juny 23, 2005
El mar, la mar...peñiscola hills i més veïns protesten
otros: de la mar el mero y del monte el cordero, o los de por el mar corre
la liebre y por el monte la sardina, tralará, que son los que mejor
vienen al caso, y no solo por el carácter popular y poco cultivado
del articulista, sino por el bajo tratamiento a causa tan alta, caramba,
que estamos hablando del mar en una provincia con 100 kilómetros
de costa, costa para todos, bienes para el pueblo, parques temáticos
gratuitos y naturales para niños y mayores, el mar, la playa, vamos
a la playa ooooooh, cuando vayas a la playa no te olvides la toalla, versos
de bajura para situaciones dignas de bandera marrón, que vivimos
donde la gente paga cantidades astronómicas por pasar quince días,
un lujo a nuestro alcance, a quince minutos de cualquiera de nosotros el
fin de la tierra, la sábana ondulada -y con lamparones- del mar.
¿Esa es la condena?: ¿tener una playa a la que acercarse pidiendo
que hoy no esté sucia el agua, que hoy no esté sucia el agua?
A veces puede dar la impresión de que uno se esfuerza por hacer
una foto sucia de la realidad, pero no es así, es que da rabia
vivir en una encrucijada de calles que terminan en el mar, resolver el
laberinto cotidiano del camino a la playa, y tener que volvernos al llegar.
Y lo más duro de todo: ¿y si es justa esa condena?
Porque somos guarros por todos lados. Están los guarros refinados
de formas correctas y medidas que saben de dónde procede la nata
marina (Emasa presenta un estudio en unas jornadas en Cataluña
sobre composición y causas de esa nata), guarros institucionales
que dicen vale, sí, está ahí y os vamos a decir su
composición. Y ya de camino por qué no la quitan un poco,
que en Cataluña, como nos explica en un artículo Pilar Quirós,
tienen 126 barcos quitanata, y aquí cuántas?. No puede ser.
Ni puede ser que no haya depuradora en Peñíscola, Alcossebre,
Benicarló, Vinaròs, Or-pesa-Cabanes. Y guarros los mecánicos
que vierten por la alcantarilla aceite de recambio de coches, y guarros
nosotros, que echamos el aceite de freír huevos y patatas y boquerones
por el fregadero en vez de verterlo en un cartón de leche vacío.
Aj, bandera marrón para todos, para una sociedad que se caga en
su parque temático, en su plato, y encima no recoge las heces.
¿Y si a alguien le diera por llamar a nuestra tierra la costa de
la hez?, ¿seríamos capaces de protestar? El mar, la merde,
el mar.
Pablo Aranda.
Levante:
La ubicación del vertedero condiciona el Peñíscola
Hills.
El centenar de vecinos afectados por la depuradora volvieron ayer nuevamente
a concentrarse porque, con la llegada del verano afirman que las soluciones
planteadas hasta ahora por el Ayuntamiento no son suficientes para acabar
con el problemas de los malos olores. La actual depuradora está
“saturada” y no tiene capacidad para asumir la demanda.
