dissabte, de febrer 11, 2006
Annexió de la partida de la Bassa de Cervera per part de Càlig.
El alcalde de Cervera se opone a la segregación de suelo pedida por Càlig porque es «una barbaridad»
Antoni Lluch afirma que la propuesta del ayuntamiento vecino «no tiene pies ni cabeza»
El alcalde de Cervera , el socialista Antoni Lluch, calificó ayer de «barbaridad» la intención del vecino Consistorio de Càlig de anexionarse parte de su término municipal, a la vez que afirmaba que no cederá «ni un palmo de terreno». Recalca que el acuerdo plenario del ayuntamiento caligense «no tiene ni pies ni cabeza. Pienso que es una barbaridad, no sé de qué cabeza ha salido». La petición se basa en la necesidad de arreglar los accesos a las fincas, entre las que se encuentra la de Les Basses, donde se quiere construir el vertedero para residuos sólidos del plan zonal Norte.
Lluch no quiso entrar a analizar el fondo de la cuestión y se limitó a afirmar que «hay que respetar a todo el mundo, pero tengo que decir que como no tiene ni pies ni cabeza no vamos a ceder ni un palmo». Por ello defenderá la continuidad del término tal como está. «No pensaba nunca que se podría llegar a ese extremo, pero que tengan claro que no vamos a ceder ni un palmo». Y para ello «buscaremos todos los medios legales».
Añadía que «no es comprensible que a estas alturas nos planteen la segregación de parte del término municipal. Buscaremos argumentos legales para mantener el término municipal tal como esta». Mostró su esperanza de que desde el Ayuntamiento de Càlig reflexionen y el tema no vaya más lejos de la propuesta planteada.
La petición de la corporación de Càlig, acordada por unanimidad de PP y PSPV, consiste en reclamar a Cervera la cesión de varias partidas donde tienen terrenos vecinos de Càlig, con la intención de acondicionar los caminos de acceso a las fincas que, en algunos casos, y «ante la dejadez del Consistorio de Cervera», han desaparecido. Añadían que este tipo de segregaciones tenían precedentes, aunque siempre previo acuerdo entre los municipios. Algo que aquí no se da, lo que hará que sean las Cortes quienes digan la última palabra.
La noticia ha corrido como un reguero de pólvora y ha sacado a relucir antiguas rencillas entre ambos municipios que parecían olvidadas, como la muerte del juez de paz de Cervera en 1902 al interceder en un litigio en Càlig.
J.J.Benito Levante