divendres, de novembre 04, 2005
Vall d'Alba. Et poso un abocador i de regal una Incineradora.
El PSPV denuncia que se vulnera el pacto de los planes zonales
Levante de Castelló, CastellóLa Conselleria de Medio Ambiente se escuda en la abundancia de residuos urbanos para impulsar la incineradora de la Vall d'Alba en 2006, como reflejan los presupuestos para la provincia de Castelló, vulnerando así el gran pacto sobre basuras entre el PP y el PSPV-PSOE, que ha propiciado los diferentes planes zonales.
Según denuncia el Secretario de Medio Ambiente, Agua y Agricultura del PSPV, Francesc Signes, «la apuesta de Blasco por esta planta pretende ocultar el fracaso de su política en materia de residuos».
El responsable socialista recuerda que «fue el PP el que aprobó la actual planificación de la gestión de residuos en 1997, obviando entonces la incineración. Asimismo, fueron los consellers Modrego y Blasco los que aprobaron los planes zonales, que tampoco incluyen la incineración. Esta planificación es de obligado cumplimiento, tal como se recoge en la ley de residuos, también aprobada por el PP, por lo que forzar la incineración con calzador, en contra de la planificación existente, distorsiona el actual modelo de gestión de residuos y genera mayor desconfianza en la sociedad».
Signes aclara que «el PSPV no apoya la incineración por los riesgos ambientales y de salud que comporta, y entiende que su imposición al margen de la planificación actual y sin un consenso previo, viola el espíritu del acuerdo de residuos firmado por PP, PSPV y Bloc».
Para el responsable socialista, «esta forma de actuar demuestra que el PP sólo sabe aplicar políticas ya caducadas y mediante métodos autoritarios. Tanto el PSPV como el Bloc habían manifestado su rechazo a esta incineradora en la Comisión de Coordinación del Acuerdo, donde la conselleria les apuntó la posibilidad de que la planta pudiera incluso recibir residuos de fuera de la Comunidad Valenciana». «Esta posibilidad resulta inaceptable y muestra el enfoque economicista que el PP siempre ha hecho de los residuos», añade.
Signes advierte que las nuevas plantas y vertederos deberán reunir las condiciones exigidas por la legislación actual, que es muy estricta en cuanto a asegurar el mínimo impacto al medio ambiente y a la salud. No obstante, el secretario de Medio Ambiente del PSPV considera que «la incineración conlleva mayor riesgo para las personas y el entorno que cualquier otro tipo de valorización de residuos y también genera rechazos que, en este caso, son tóxicos».
Además, explica que «para que una incineradora sea rentable necesita tener asegurado un gran volumen de residuos, lo que choca con la política de reducción de los residuos generados que se impone desde Europa».
Por todo ello, Signes entiende que «ni social, ni económica ni medioambientalmente es oportuno implantar la incineración y, mucho menos, apoyarla con dinero público». En este sentido, Signes sugiere que «el escaso apoyo de la Conselleria a las políticas de minimización se debe a su interés por participar en empresas que requieren mantener la producción de residuos».
Levante de Castelló, CastellóLa Conselleria de Medio Ambiente se escuda en la abundancia de residuos urbanos para impulsar la incineradora de la Vall d'Alba en 2006, como reflejan los presupuestos para la provincia de Castelló, vulnerando así el gran pacto sobre basuras entre el PP y el PSPV-PSOE, que ha propiciado los diferentes planes zonales.
Según denuncia el Secretario de Medio Ambiente, Agua y Agricultura del PSPV, Francesc Signes, «la apuesta de Blasco por esta planta pretende ocultar el fracaso de su política en materia de residuos».
El responsable socialista recuerda que «fue el PP el que aprobó la actual planificación de la gestión de residuos en 1997, obviando entonces la incineración. Asimismo, fueron los consellers Modrego y Blasco los que aprobaron los planes zonales, que tampoco incluyen la incineración. Esta planificación es de obligado cumplimiento, tal como se recoge en la ley de residuos, también aprobada por el PP, por lo que forzar la incineración con calzador, en contra de la planificación existente, distorsiona el actual modelo de gestión de residuos y genera mayor desconfianza en la sociedad».
Signes aclara que «el PSPV no apoya la incineración por los riesgos ambientales y de salud que comporta, y entiende que su imposición al margen de la planificación actual y sin un consenso previo, viola el espíritu del acuerdo de residuos firmado por PP, PSPV y Bloc».
Para el responsable socialista, «esta forma de actuar demuestra que el PP sólo sabe aplicar políticas ya caducadas y mediante métodos autoritarios. Tanto el PSPV como el Bloc habían manifestado su rechazo a esta incineradora en la Comisión de Coordinación del Acuerdo, donde la conselleria les apuntó la posibilidad de que la planta pudiera incluso recibir residuos de fuera de la Comunidad Valenciana». «Esta posibilidad resulta inaceptable y muestra el enfoque economicista que el PP siempre ha hecho de los residuos», añade.
Signes advierte que las nuevas plantas y vertederos deberán reunir las condiciones exigidas por la legislación actual, que es muy estricta en cuanto a asegurar el mínimo impacto al medio ambiente y a la salud. No obstante, el secretario de Medio Ambiente del PSPV considera que «la incineración conlleva mayor riesgo para las personas y el entorno que cualquier otro tipo de valorización de residuos y también genera rechazos que, en este caso, son tóxicos».
Además, explica que «para que una incineradora sea rentable necesita tener asegurado un gran volumen de residuos, lo que choca con la política de reducción de los residuos generados que se impone desde Europa».
Por todo ello, Signes entiende que «ni social, ni económica ni medioambientalmente es oportuno implantar la incineración y, mucho menos, apoyarla con dinero público». En este sentido, Signes sugiere que «el escaso apoyo de la Conselleria a las políticas de minimización se debe a su interés por participar en empresas que requieren mantener la producción de residuos».